El Láser de Dióxido de Carbono (CO₂) emite una luz con una longitud de onda de 10,600 nanómetros, ubicada en el rango del infrarrojo lejano. Esta longitud de onda es altamente absorbida por el agua contenida en los tejidos, lo que lo convierte en una herramienta ideal para vaporizar tejido blando de forma precisa y controlada.

Al ser absorbida, la energía del láser produce una rápida vaporización del agua intracelular, lo que genera la destrucción inmediata del tejido diana con mínimo daño térmico colateral.

Este mecanismo permite:

• Eliminar lesiones cutáneas capa por capa.

• Cauterizar al mismo tiempo que corta.

• Reducir sangrado, inflamación y riesgo de infección.

• Tratar zonas delicadas con alta precisión.

• Se realiza una limpieza de la zona y se aplica anestesia local o tópica, según el caso.
• El haz del láser vaporizará con precicisión las lesiónes capa por capa, evitando sangrados, cortes o suturas.
• El procedimiento es ambulatorio, de corta duración y no requiere hospitalización.
• El paciente puede retirarse tras el procedimiento con indicaciones precisas de cuidado.

El Láser CO₂ ablativo es considerado uno de los equipos más eficientes en el campo médico para la eliminación de lesiones cutáneas, gracias a su combinación de:

• Alta absorción por el agua tisular

• Precisión milimétrica en la vaporización del tejido

• Capacidad de coagulación simultánea

Su eficiencia se refleja en varios aspectos:

Rapidez del procedimiento

• Cada pulso vaporiza tejido de forma instantánea.

• La mayoría de las lesiones pequeñas pueden eliminarse en segundos o minutos.

• Permite tratar múltiples zonas en una sola sesión.

Control de profundidad

• La ablación se realiza capa por capa, lo que reduce el riesgo de daño a estructuras profundas.

• Esto permite tratar lesiones superficiales o profundas según el diagnóstico.

Cauterización inmediata

• Al emitir calor controlado, el láser coagula los vasos sanguíneos al mismo tiempo que corta, evitando sangrados y favoreciendo una recuperación más limpia.

Menor daño térmico colateral

• Gracias a la precisión del haz y al enfoque puntual, el daño térmico lateral es mínimo comparado con el electrocauterio o el plasmapen, lo que se traduce en:

  • Menor dolor postoperatorio

  • Mejor cicatrización

  • Menor riesgo de hiperpigmentación o cicatriz visible

Resultados confiables

• A lo largo de más de 3 décadas de uso clínico, el Láser CO₂ ha demostrado una tasa muy alta de éxito en la eliminación definitiva de lesiones benignas, sin recidiva y con alto nivel de satisfacción del paciente.

La recuperación depende del tamaño, profundidad y ubicación de la lesión tratada, así como del tipo de piel del paciente y los cuidados posteriores. En general, el Láser CO₂ ablativo ofrece una recuperación más rápida y limpia que los métodos convencionales gracias a su capacidad de cortar y coagular al mismo tiempo.

Fase inmediata (primeros 1-3 días)

• Enrojecimiento leve, costra fina o pequeña zona de inflamación.

• Puede haber una leve molestia tipo ardor en las primeras horas, controlable con analgésicos comunes y cuidados locales.

Fase media (3 a 7 días)

• Formación de costra delgada en la zona tratada.

• Inicia la fase de cicatrización visible. En la mayoría de los casos, ya no hay dolor ni molestias.

Fase final (7 a 14 días)

• Caída natural de la costra.

• Aparece piel nueva, ligeramente rosada.

• Se recomienda protección solar si la zona es expuesta (rostro, cuello, escote).